Las coberturas mínimas imprescindibles que debe tener cualquier vivienda, en función de la ocurrencia, son por incendio, los daños eléctricos, los daños por agua, las roturas de cristales y el robo, y por supuesto la responsabilidad civil.

Las coberturas mínimas imprescindibles que debe tener cualquier vivienda, en función de la ocurrencia, son por incendio, los daños eléctricos, los daños por agua, las roturas de cristales y el robo, y por supuesto la responsabilidad civil.